ChanSpy es esa función de Asterisk que permite a un usuario espiar, monitorizar o incluso susurrar en llamadas ajenas, todo desde la comodidad de su extensión. Es como ser el James Bond de la centralita, pero sin Aston Martin ni licencia para espiar.
Técnicamente, ChanSpy permite:
Pongámonos técnicos. Para activar ChanSpy en tu centralita Asterisk, necesitas editar el archivo extensions.conf
o, si usas alguna distro moderna, extensions_custom.conf
.
Aquí va un ejemplo clásico de configuración:
[custom-spy]
exten => _8XXX,1,Authenticate(4321)
exten => _8XXX,2,ChanSpy(|q(${EXTEN}))
exten => _8XXX,3,Hangup
8XXX
).
¿Quieres entrar en modo susurro para dar instrucciones al agente sin que el cliente lo oiga? Cambia el parámetro q
por wq
:
exten => _8XXX,2,ChanSpy(|wq(${EXTEN}))
Y si eres de los que no pueden resistirse a la tentación de hablar con todos, puedes incluso intervenir en la conversación cambiando los parámetros.
Si quieres monitorizar varias extensiones, puedes personalizar los patrones de marcado (_8XXX
, _77XXXX
, etc.) para adaptarlos a tu sistema y evitar conflictos con otras funciones.
Parámetro | Función |
---|---|
q | Modo silencioso (sin beep, sin anunciar canal) |
w | Modo susurro (puedes hablar solo a uno de los interlocutores) |
v | Modo barullo (escuchas y puedes hablar con ambos, pero ya no es tan sigiloso) |
Porque, aunque suene tentador, espiar llamadas sin consentimiento es una infracción grave de la ley en España. No importa si eres el jefe, el administrador o el becario con ansias de poder: necesitas el consentimiento explícito de todos los participantes para monitorizar o grabar una conversación.
Así que, si quieres evitarte problemas legales, multas o una visita inesperada de la Guardia Civil, usa ChanSpy solo en entornos de prueba o con consentimiento informado. Y si tu jefe insiste, recuérdale que en la cárcel no hay centralita... ni ascensos.
ChanSpy es una herramienta poderosa y peligrosa. Úsala con responsabilidad, sentido común y, sobre todo, cumpliendo siempre la ley. Si tienes dudas, consulta con un abogado antes de lanzarte a la aventura del espionaje telefónico. Y recuerda: espiar mola... hasta que te pillan.